Mis inquietudes e intereses siempre estuvieron dirigidos hacia las distintas formas de comprender y abarcar al ser humano, a sus emociones, a su vida psíquica en general. Por esto, con esta propuesta quise investigar y conocer otras formas de ver y sentir al ser humano, eligiendo como eje a la Bioenergética, reflejando mi interés particular por dicha corriente, de la cual no tengo un gran conocimiento. Esta primera entrega intenta simplemente aproximarnos a lo que esta corriente plantea, para luego en trabajos posteriores ir profundizando en su teoría y prácticas. Quizá me vuelque también hacia otras corrientes, pero solo a modo comparativo y si dicho trabajo lo requiere.

 

Ya Reich marco un interés particular por abarcar los problemas mentales y trastornos del carácter desde el cuerpo, desarrollando así la VEGETOTERAPIA ANALÍTICA del CARÁCTER. Planteaba que el carácter de una persona podía verse reflejado en su actitud corporal o estructura muscular, es decir en las “tensiones musculares crónicas” del cuerpo. La energía no liberada podía verse reflejada en el cuerpo, y lo que hacia Reich para movilizar dicha energía era trabajar con la respiración, y con diferentes técnicas corporales. Este nuevo abordaje, fue en su momento, y para la época, revolucionario, ya que se mostraba un nuevo enfoque, en comparación con el encuadre tradicional psicoanalítico, en donde no era nada común el contacto físico y el trabajo terapéutico visto desde ese lugar.

Reich, de procedencia psicoanalítica, también creía que la salud mental se expresaba en vivir plenamente el acto sexual, o “potencia orgásmica” como la llamaba. Para éste, una persona sana es aquella que tiene la capacidad de sentir y experimentar el placer del orgasmo libremente. Reich se refería al orgasmo en un sentido más amplio, como la capacidad total del individuo para entregarse a su cuerpo, y experimentar sin controlar lo que allí se puede producir. Esta capacidad del orgasmo se podía experimentar a través de movimientos rítmicos involuntarios. Planteaba que la persona sana, si era capaz de manifestar libremente en su cuerpo este reflejo del orgasmo en la sesión terapéutica, podía también experimentar libremente el acto sexual, y el orgasmo.

Luego, Reich se fue alejando de la vegetoterapia, para desarrollar la “Terapia de la Orgona”. Creía haber descubierto un tipo de energía nueva que llamo “Orgona” (que viene de organismo), la cual es constitutiva del ser humano. Desarrollo unos acumuladores de esta energía, en los cuales, quien los usara, era “cargado” con dicha energía vital.

 

Esta breve y descriptiva introducción de lo que fue el trabajo de Reich, sirve como antecedente para plantear lo que es la Bioenergética en si misma. Esta técnica fue creada por ALEXANDER LOWEN. Este fue paciente de Reich durante tres años, además de ser su discípulo y haberse formado con él. Luego de culminar su terapia, y abrirse paso como terapeuta, se vio sometido a un nuevo trabajo terapéutico, en este caso en conjunto con un compañero y socio, el Dr. Pierrakos. Allí probaron  nuevos procedimientos y técnicas terapéuticas, en donde el mismo Lowen, en base a su trabajo personal, experimento la efectividad de este nuevo enfoque y de sus ejercicios.

El alcance de la Bioenergética ya no se reduce exclusivamente a la sexualidad. Obviamente que la incluye, como un aspecto constitutivo del ser humano, pero su teoría y su practica no quedan reducida a esta. Lowen dice que “la vida de un individuo es la vida de su cuerpo”. Para él, esto alcanza tanto a la mente, al espíritu y al alma. Para vivir plenamente en nuestro cuerpo plantea que tenemos que atender a estos aspectos, tomándolos como constitutivos del ser, que hacen a nuestra totalidad. Se busca recuperar la conciencia de estar vivo, del respirar, de la libertad, del moverse, del sentirse, de la sexualidad, a través de escuchar, sentir y vivir desde un cuerpo libre, con vida.

La Bioenergética plantea el acercarnos más a nuestra esencia, busca liberarnos de las estructuras y corazas que adquiere una persona para poder sobrevivir en esta cultura. Busca reencontrarnos con nuestra naturaleza primaria, que es, desde esta perspectiva, el estar abiertos a la vida y al amor. Busca recuperar la capacidad natural de una persona para sentir y vivir libremente, y propone para esto trabajar en función del cuerpo, ya que, como la define Lowen, la Bioenergética es el “estudio de la personalidad humana en función de los procesos energéticos del cuerpo”.

 

Laura Farías

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