Un Techo Para Un Psicólogo
  Autismo Infantil
 
Autismo Infantil
 
¿Cómo detectarlo precozmente? ¿Cómo tratar al niño? ¿Cómo trabajar con la familia? ¿Desde dónde abordar el tratamiento? ¿Qué es lo normal y qué es lo patológico? ¿Cómo debería realizarse el diagnostico a nivel institucional?
 
La musa inspiradora de este trabajo es un niñita de 2 años y medio a la cual le están diagnosticando autismo infantil. En un intento de articular la teoría con una práctica tan concreta es que realizo este avance, entendiendo que quizás no tenga la experiencia o la objetividad suficiente.
 
Si bien me voy a focalizar el rol de Psicólogo en la Institución Educativa, más precisamente en la detección de Dificultades de Aprendizaje y Patologías como el Autismo, creo fundamental definir previamente algunos conceptos y hacer algunas apreciaciones.
 
¿Cómo se detectan las Dificultades en el proceso de Aprendizaje?
 
Según Rebollo Aprendizaje se traduce en un “proceso complejo en el que se producen, en el sistema nervioso, en las sinapsis, cambios más o menos persistentes, que se manifiestan desde el nivel molecular al conductual, que se producen por acción de los estímulos exteriores, de la experiencia y permiten una mejor adaptación del individuo a su medio”…Por lo tanto va quedar definida la Dificultad de Aprendizaje como una “alteración o un retardo en la adquisición de la posibilidad de que el sistema nervioso se modifique de forma permanente”…“lo que provoca una alteración en la adaptación del individuo al medio” [1].
 
Para el DSM-IV los trastornos de aprendizaje se caracterizan por “un rendimiento académico sustancialmente por debajo de lo esperado, dada la edad cronológica del sujeto”…“habiéndose proveído de una enseñanza apropiada para su edad, habiendo recibido la estimulación adecuada”[2]
 
Quisiera destacar la gran importancia del medio ambiente, de las relaciones con el entorno que el niño pueda tener, y tomarlas como elemento esencial de este trabajo. Este aspecto social del proceso de aprendizaje es probablemente el que nos guíe en la detección más precoz de cualquier tipo de dificultad. El niño juega, se socializa por medio de la simbolización del mundo, descubre los código sociales y las normas, los límites, sus propios límites, en construcción con “el otro”. El niño puede devenir como tal también porque hay un otro que lo sostiene, que lo contiene y con el que intercambia cada pequeña apropiación del exterior y de su interior. 
 
¿Qué es el Autismo?
 
Para la Sociedad Autismo de América significa “una discapacidad severa y crónica del desarrollo, que aparece normalmente durante los tres primeros años de vida. Ocurre aproximadamente en los 15 de cada 10.000 nacimientos y es cuatro veces m´ss común en niños que en niñas. Se encuentra en todo tipo de razas, etnias y clases sociales en todo el mundo. No se conoce ningún factor en el entorno psicológico del niño como causa directa de Autismo”[3]
Por otro lado, para el DSM-IV significa un “trastorno cualitativo de la relación, expresado como mínimo en dos de las siguientes manifestaciones:
 
a)      Trastorno importante en muchas conductas de relación no verbal.
b)      Incapacidad para desarrollar relaciones con iguales adecuadas al nivel evolutivo.
c)      Ausencia de conductas espontáneas encaminadas a compartir placeres, intereses logros con otras personas.
d)      Falta de reciprocidad social o emocional.” [4]
 
Decir Autismo se traduce a decir “perturbaciones en la rapidez de aparición de las habilidades físicas, sociales y de lenguaje, respuestas anormales a sensaciones. Cualquier combinación de los sentidos y sus respuestas están afectados: visión, oído, tacto, dolor, equilibrio, olfato, gusto y el modo en que el niño maneja su cuerpo. El habla y el lenguaje no aparecen o retrasan su aparición a pesar de que existan capacidades intelectuales evidentes. Relación anormal con personas, objetos o acontecimientos.
 
El Autismo aparece aislado o en conjunción con otros trastornos que afectan a la función cerebral, tales como infecciones virales, perturbaciones metabólicas y epilepsia. Es importante distinguir el Autismo del retraso mental ya que un diagnostico inapropiado puede tener como consecuencia un tratamiento inadecuado o ineficaz. La forma severa del síndrome de Autismo puede incluir comportamientos extremadamente auto-agresivos, repetitivos y anormalmente agresivos. Se ha comprobado que el tratamiento más eficaz consiste en aplicar programas educativos especiales con métodos de modificación de conducta.”[5]
 
¿Cómo es el niño autista?
 
No hay un Yo-noYo diferenciado. Hay disociación que se puede observar en todos los aspectos: lenguaje, juego…
 
¨      JUEGO:         
No tiene la intención de comunicar; hay un trastorno a nivel semántico, todo lo que hace a lo simbólico; es repetitivo, esteriotipado; se observa falta de placer; no existe “como si”; no puede representarse, no puede simbolizarse ni a si mismo ni a los demás; hay una restricción temática; es un juego solitario que no tiene intención de ser compartido; son juegos imitativos realizados muchas veces de forma mecánica.
 
¨      DIBUJO:
El dibujo es de desintegración, conteniendo elementos llamativos.
 
¨      DISTOSIÓN DE LA REALIDAD:
Son niños que no cuentan cuentos y si los hacen son cuentos terroríficos o donde hay animales grotescos que devoran personas, rompen o destrozan. Es difícil detectar delirio, como no se da el juego simbólico no existe el nivel de abstracción suficiente como para delirar. [6]
 
Una breve lista para ampliar más adelante:
 
  • Falta de reconocimiento de la existencia o de los sentimientos de los demás.
  • Hay poca búsqueda de consuelo en momentos de aflicción.
  • Ausencia de juego social.
  • Ausencia de vías de comunicación adecuadas.
  • Ausencia de actividad imaginativa, simbólica: como jugar a ser adulto.
  • Marcada anomalía en la emisión del lenguaje con afectación, siempre mantiene la misma carga afectiva.
  • Anomalía en la forma y contenido del lenguaje.
  • Movimientos corporales estereotipados, dificultad en los limites de su cuerpo.
  • Preocupación persistente por parte de objetos.
  • Intensa aflicción por cambios en aspectos insignificantes del entorno.
  • Insistencia en seguir rutinas
  • Limitación marcada de intereses, con concentración en un interés particular.
 


 


[1] Rebollo, M. A., “Dificultades de Aprendizajes”, Prensa Medica Latinoamericana, (segunda edición) 2004.
[2] DSM-IV.
[3] www.autismo.com
[4] DSM-IV
[5] www.autismo.com
 
[6] Materiales extraídos de Psicopatología de 4º años, UdelaR, Facultad de Psicología.
 
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