En esta primera muestra voy a hablar un poco de lo que encontré sobre el tema que quiero tratar que es mas o menos: que “rol” tiene el psicólogo en el tratamiento y seguimiento de los sujetos con retraso mental, y alguna reflexión sobre las técnicas que se aplican, y sobre los modelos desde los que se trabaja, ya que existen muchos y se enfocan en distintos aspectos del individuo. Trataré de unificar lo que quiero mostrar, siendo la dificultad “recortar” la temática, y seleccionar algo para poder profundizar.
Pensando un poco en los temas a tratar, vemos algo a lo que se enfrenta el psicólogo siempre y que incluso nosotros como estudiantes tratamos de cuestionar, ya que es algo con lo que se encuentra el profesional a la hora de trabajar con personas con problemas de aprendizaje o conductuales y que es el psicodiagnostico. El “encasillamiento” como hablamos comúnmente. ¿Quién es el que determina quien es “retrasado” y quien no? ¿Quién aplica los test para determinar por ejemplo el CI (coeficiente intelectual) de un individuo? ¿quién evalúa la maduración acorde o no de una persona?... no podemos pensar que no son herramientas para un diagnostico, pero generalmente se utilizan para denominar la “anormalidad” (tiene un CI por debajo de lo “normal”) entendiendo que existe un grupo “normal” y que lo que supera estas barreras de lo normal es excluido. Somos nosotros los que sin querer encasillar, encasillamos. Por otro lado, el psicólogo juega un papel pasivo se podría decir, ya que es el que recibe al sujeto porque viene derivado del medico, de los educadores, asistentes sociales…
Pero así como el psicólogo evalúa también es capaz de modificar, o intenta modificar, es aquí donde entran los modelos desde los cuales se mira el problema y desde los cuales se utilizan las herramientas necesarias para producir esa modificación correspondiente.
Sin querer adentrar demasiado en las definiciones que existen de discapacidad mental, mencionare a continuación la propuesta por la Asociación Americana sobre la propiedad intelectual y Discapacidades del Desarrollo, que es una de las más actuales y populares, por decirlo así.
“La discapacidad intelectual es una incapacidad caracterizada por limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa, expresada en aspectos conceptuales, sociales, prácticas y habilidades adaptativas. Esta discapacidad se origina antes de la edad de 18 años.
La discapacidad intelectual es el término preferido actualmente para la discapacidad históricamente referida como el retraso mental. Aunque el nombre preferido es la discapacidad intelectual, la definición autorizada y supuestos promulgadas por la (AAIDD y anteriormente, AAMR: Asociación Americana sobre Retraso Mental) siguen siendo las mismas que las que se encuentran en el Retraso Mental: Definición, clasificación y sistemas de Apoya manual (Luckasson et al., 2002).”[1]
Esta definición refiere al lo social así como también el funcionamiento intelectual, que podemos pensar que incluye el aspecto biológico.
Quise traer una definición para pensar un poco desde donde nos paramos para ver el problema. No es lo mismo partir de una definición que tome el tema desde varias perspectivas que utilizar otra que no incluya aspectos importantes, como por ejemplo el social (desde el cual anteriormente no se lo pensaba). Tenemos que tener presente que todos estos aspectos tienen igual importancia, los aspectos biológicos, sociales e intelectuales. En cuanto a este último punto no debería pensarse solamente en la aplicación de los test sino en la labor del psicólogo como por ejemplo para mejorar las habilidades sociales, adaptación, cuidados personales, entre otros.
Es aquí que sin tener mucha información me surgió la pregunta: entonces ¿los psicólogos calificamos a un sujeto como discapacitado intelectual y luego tratamos de llevarlo a lo que es lo mas socialmente aceptado? ¿Tratamos de que dejen de ser tan “anormales” y pasen a no diferenciarse tanto de lo normal?
[1] En: www.aaid.org , traducido en google
DSM IV. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. (1997), Barcelona, Toray- Masson.
http://www.scielo.org.pe; Mosaico Científico, "Programa de entrenamiento en habilidades sociales para jóvenes con retraso mental leve y moderado"
