La adolescencia es un constructo social que como tal no escapa a los profundos y acelerados cambios que se dan en nuestra sociedad, transformaciones de valores y modelos que llevan a la inestabilidad, la cual es sentida como propia.
Podemos entender la adolescencia como un tiempo de desorganización y reorganización psíquica, de cambios en diferentes niveles.
Como etapa del período evolutivo la adolescencia significa cambios, ahora en lo que refiere al cuerpo y la identidad sexual.
A nivel social los adolescentes buscamos identificarnos con un otro u otros y por eso somos de alguna manera “moldeables”, nos vamos construyendo y cambiando en esa identificación.
Al mismo tiempo nos encontramos con mayores responsabilidades en una etapa en donde entra en juego el decidir y por tanto vivimos bajo más complejas exigencias.
La ideología de consumo, competitiva, así como la cultura de la imagen condicionan las diferentes prácticas en los adolescentes, los cuales buscamos una identidad y pertenencia en la elección de diferentes objetos culturales, diferentes caminos para formar parte de.
Muchas veces nos topamos con la violencia y las drogas, aspectos que no son más que el reflejo de una sociedad que intenta culpabilizar solo a los adolescentes y sobre todo a aquellos que nacen y crecen en situaciones de pobreza, los cuales sufren al mismo tiempo un daño psicosocial por la imposibilidad de satisfacer sus necesidades.
De esta manera se los encierra, encierro que intentaré cuestionarme en este recorrido ya que no implica solo la pérdida de libertad sino también constituye un mecanismo excluyente a nivel individual y social.
¿Acaso no se lo separa al joven de su medio familiar y social? Es que de alguna manera este encierro implica la reducción del espacio social que lo vive como sufrimiento afectando negativamente su personalidad.
En una Prisión, por ejemplo, el adolescente aprende mucho más acerca de la cultura de la prisión en la que se encuentra; lo que influye directamente en su construcción de identidad y en la vuelta al medio social.
La Convención sobre los Derechos Humanos establece “Por privación de libertad se entiende toda forma de detención o encarcelamiento, o el internamiento en un establecimiento público o privado en donde no se le permite salir por su libertad”
En nuestro país las instituciones de encierro presentan vacios, transformándose en una nueva forma de abandono.
Micaela Franco 4.473.607-5
Bibliografía
· Alvarez, Carlos. El daño psicosocial del encierro. Ed. Serpaj
· Giorgi, Victor. Niños, niñas y adolescentes entre dos siglos. Algunas reflexiones a cerca del escenario de nuestras prácticas
· Palento, Lucía. La adolescencia y los objetivos culturales.
